
Suerte a los demás jugadores.
Un poco de las cosas que me gusta o disgusta escribir, leer, escuchar o decir. Letras oscuras y viscosas, nostálgicas y humildes. Casi un diario sobre lo apático o simpático de mi existencia. Esto es Nosfergoth, y espero que encuentres algo positivo o negativo que te guste.
La noche se enfría oscureciendo la ciudad, yo me oscurezco a mí mismo mirando tu silueta, y me entristezco dejando que Nostalgia ocupe su lugar y Melancolía se contente con la pena de este hombre que se torna gris...
No eres Mandela, ni naciste en abril (creo yo) pero como un jevito con la mano fuerte, bailaste el bolero del biónico con Ramona en una noche sin luna. Como un fantasma azul, Selene fue tu sombra sacándonos los ojos, poniéndote en jaque rompiendo aquella infidelidad triangular de ustedes, aquella magia de pases de amor…
¿Dónde estabas tú, Tony? ¿Dando aco? Me iba a dar un infarto al miocardio cuando nos mal pagaron con la moneda de ellas y la otra mujer perdida esa. Tú me conoces viejo, eso me pone entre la espada y la pared; pero no lloraré… amigo. Porque de ahora en adelante cero soda y café, mas tabaco y romo. Levántate y ponte las botas negras y volvamos a mi país donde culminará el latido de este cansado viajero, de este ángel ciego.
¿Cómo que no iré? ¡Arranka! que la vida sigue su curso. Iniciemos el viaje a la buena del cristo del retrovisor antes de que el hombre de la armadura quiera con sus millones de voces, romper las paredes del silencio.
Un soplido diafragmático estalla en mis venas y el viento fluye cobardemente por mis pulmones como el veneno inocente que emana del sacrificio. "No estoy borracho, solo sediento de poder" un poder corrupto, de voluntad, definido, un poder más allá de lo deseado por cualquier hombre creado. Campos de metal crecen en el fondo del miedo no nato que siento influir dentro de mí.
desprecio, odio, y soledad, reina en el basto imperio de mi agonizante corazón púrpura que ríe y goza en la desgracia infinita y en plano contra picado observo a la muerte, que cabalga en un caballo verde sobre arcoiris grises y la amistad hipócrita miente sobre lágrimas sin compromiso del hombre subterráneo de hoy. Miro con dos soles de café que captan la triste vida que lleva el cristiano día a día y sufro por el abandono mental de esa gentuza, sintiéndome caer del cielo como cometa apresurado a precipitares en la mezcolanza social de una cultura decadente. Bailo una tarantela familiar en las nubes que habitan la mente de los jóvenes adictos al duende de Morfeo. "Yo sí pude llegar a tocar el nivel a que subí" y las horribles criaturas de mis pesadillas huyen al ver mí figura, que es el muostruo más despreciable sobre la faz de la tierra.
Ahora duermo en el regazo de tú ser y me alimento de tus pechos de suerte y azar, succiono el fluido salado de tu sexo y lamo el perfil de tu virginidad, ultrajando sus labios morbosos que besan mis huesos corroídos por el perfume de la fiebre, que corroe mi alma rayada como una vieja canción de Blues. Y asustado en las largas noches de invierno me estremezco de miedo junto a la tristeza desolada, atacándome orgasmos al pensar que todo es un sueño al que algún día tendré que despertar.
Se tornó seca. Su conversación en el teléfono era parca y en su faz no existía la sonrisa, No me hacía coro en mis payasadas, ni fue más una cómplice de mis travesuras, Ahora le gustaba bailaba sola. No salía a la noche y su imagen se tornó borrosa por su ausencia. Ya no brindaba, sólo tomaba y dejaba marchitar mi risa.
Toqué música para alegrarle la vida y la canción de ella era el ruido de un corazón roto, maltratándome cada vez que su corazón filtraba sangre por sus ruinas.
Su sonrisa de cascada se convirtió en un abismo de ironias, en pozo negro de gritos.
—La verdad es que no te quiero —me dijo lastimera. —quiero a quien me rompió el corazón.
Su voz sonó a despedida y la falta de un beso frente a su puerta me indicó que todo había terminado…
Al otro día quedamos en vernos y salimos a juntarnos. Yo la esperé frente a la gran puerta de piedra, ella llegó una hora tarde, me incomodé, pero al ver su sonrisa de caramelo (entre disculpándose y aliviada de encontrarme allí) me olvidé del tiempo perdido y disfruté su compañía.
Paseamos, fuimos al parque y los niños jugaban mientras el crepúsculo nos sinceraba, y fuimos honestos, y contamos nuestras historias, las que explican porque estábamos solos. Dimos vueltas, cenamos, bebimos… disfrutamos.
Y así pasábamos varias noches, aliviando el cansancio, el conflicto y las penas. Saliendo, escapando de la realidad de nuestras solitarias vidas, porque nuestra realidad, cuando estábamos juntos no era real, era magia y esa magia crecía cuando bailábamos en nuestro trance, la catarsis.
Su aroma era lo etéreo, mi abrazo el inicio del ritual, sus besos la música, mi lengua seguía su compás, el corazón de ella mi nueva religión, mi corazón el cordero a sacrificar.
Y el fuego de la pasión creció y se consumió por su propio ardor. En sus ojos.
La madrugada, el tiempo de volver a casa, a nuestra realidad. La de ella un amor fallido. La mía ningún amor existente.
Nos tuvimos que despedir, pero un último beso frente a su puerta me indicó que estaríamos bien…
Y la conocí pensado que ella alegraría mis días. Con su chicle en la boca y su linda sonrisa incompleta. Tan natural como la luna en la noche, tan directa como el relámpago en la tormenta.
Después de la función hicimos la prueba y cambiamos de escenario, rodando en la noche entre calles corruptas, gentes, policías y fiestas.
Yo fui osado, atrevido y travieso; ella fue discreta y cómplice de mis travesuras. ¡Ah! ¡Como reía con esa sonrisa de media luna y carcajadas de cascadas! Tan fácil de provocar, tan agradable, tan sana. Todavía escucho el sonido de su garganta y siento los breves roces de mis labios en su boca… pero cuando te diviertes el tiempo se aburre, vuela y no espera a nadie. Llegó la hora de su partida y un último beso me indicó que acabamos bien.
Cometí la equivocación de registrar en digital
lo magistral de tu habilidad
succionándome de frente.
Nunca podré olvidar aquel placer carnal,
esa boca sensual que grabé más allá de mi mente.
Tus pechos pequeños de niña fatal,
pezón inmortal me hicieron enloquecer,
ahora desde la lejanía involuntaria
me tienen prohibido volverte a ver.
Desde ese día a cambiado todo mi entrono,
sin darnos cuenta te convertí en estrella porno.
Me conecto a Internet y no puedo encontrar
el video de nuestra melodía,
esa danza vulgar en el sudor
de dos cuerpos que en uno se fundía.
Expusieron el video en un
Programa de televisión,
A tu corta edad actuabas genial
como Tracy Lord.
Desde ese día a cambiado todo mi entrono,
sin darnos cuenta te convertí en estrella porno.
En la escuela compañeros y amigos te quisieron poseer,
recibiste piropos e insultos que no pudiste contener.
Tus padres te mandaron lejos a donde no te puedan conocer,
pero aun existe el video donde te convertí en mujer.
Yo sigo esperando enjaulado una injusta condena
espero que desde mi celda reciba noticias muy buenas
Ellos ignoran la fuerza pasional de aquella grabación,
Sólo quería grabarte más allá de mi corazón.
Desde ese día a cambiado todo mi entrono,
sin darnos cuenta te convertí en estrella porno.
20/mayo/2007
De pensamientos perversos de ti
Niebla de sudor y jadeo total
Se endurece mi cuerno de marfil
El pentagrama, tu boca sensual
Generadora de oscuras fantasías
Mi muñeca es el arma letal
Que extermina tu lejanía
Y mi agonía…
La manivela en forma de puñal
El bombeo que antaño me bastó
Ese morbo potenciado a lo carnal
Esa oscuridad que siempre me gustó
Una película en plena proyección
Gozándote en lo hondo de mi mente
Froto mi piel con maniaca excitación
En la eyaculación no pienso perderte
En pensamientos te cabalgo en las noches
Mi salvaje fantasía predilecta
De tus piernas gotean sudores
De mi volcán erupciona el néctar
El mantra del erotismo de tu voz
Me provoca constantes erecciones
Esa mirada coqueta ¡por dios!
Masturbación no tengo opciones
Y el placer se manifiesta…
¿Crees que me podrás ganar
Rozando tus labios en mi piel
Con aquel juego carnal
Que sólo funcionó ayer?
Hace falta más que tu pasión
Para levantar mi carne viva
En tu cama ya no soy
Aquel tonto que se suicida
No te quiero, no te necesito
Lo digo desde hace tiempo
Te veo luchar contra el cemento del cementerio
lejos de mi corazón
¿Crees que me podrás tener
Reactivando el morbo en mis venas?
¿No ves que ese mantra es el veneno
Que te condena
Y hace que te aleje?
Hará falta más que el espectro de tus caderas
Y el néctar salado de tu entrepierna
Para domar a este vampiro
Que con desprecio te atormenta
A esa tumba fría que ahora es tu cama
Mi reflejo no veras en la mañana
Cuando despiertes y veas que no estoy.
18 junio 07.
"La debilidad de los mediocres no puede empañar el derecho del fuerte a ser feliz en medio del dolor, pues no puede concebirse una vida en la que el gozo no vaya acompañada de sufrimiento. La cuestión está en no multiplicar el sufrimiento más allá de lo necesario". NIETZSCHE