La noche se enfría oscureciendo la ciudad, yo me oscurezco a mí mismo mirando tu silueta, y me entristezco dejando que Nostalgia ocupe su lugar y Melancolía se contente con la pena de este hombre que se torna gris...

lunes, 14 de diciembre de 2009

¡Dímelo Bob Marley!: el bolero de Tony Almont


No eres Mandela, ni naciste en abril (creo yo) pero como un jevito con la mano fuerte, bailaste el bolero del biónico con Ramona en una noche sin luna. Como un fantasma azul, Selene fue tu sombra sacándonos los ojos, poniéndote en jaque rompiendo aquella infidelidad triangular de ustedes, aquella magia de pases de amor…

¿Dónde estabas tú, Tony? ¿Dando aco? Me iba a dar un infarto al miocardio cuando nos mal pagaron con la moneda de ellas y la otra mujer perdida esa. Tú me conoces viejo, eso me pone entre la espada y la pared; pero no lloraré… amigo. Porque de ahora en adelante cero soda y café, mas tabaco y romo. Levántate y ponte las botas negras y volvamos a mi país donde culminará el latido de este cansado viajero, de este ángel ciego.

¿Cómo que no iré? ¡Arranka! que la vida sigue su curso. Iniciemos el viaje a la buena del cristo del retrovisor antes de que el hombre de la armadura quiera con sus millones de voces, romper las paredes del silencio.

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